sábado, 9 de febrero de 2008

Graduacion

A la luz del tiempo transcurrido, el ultimo año en mi Alma Mater; la Gloriosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Decana de América, como tan huachafamente suelen llamarla; guarda en mí difusos recuerdos, marcados por los apasionantes tercer y cuarto año. Estuve de enamorado con Giovana, la secretaria de mi chamba, Marcela se convirtio solo en un buen recuerdo y sifruté viendo a Roberto perdido en los brazos de una y otra chica, sentía una perversa satisfacción al verlo así, intuía ke todo lo hacía por llamar mi atención, su orgullo de varón le impedía mostrar sus verdaderos sentimientos, y yo estaba completamente seguro ke el sentia lo mismo ke yo, tenía la misma curiosidad ke yo y podía apostar ke el tambien keria llegar mas lejos.
Recuerdo mis dias en la chamba junto a Giovana, donde todo transcurrìa con normalidad para un chico de mi edad, y las noches en la universidad disfrutando con los amigos el ultimo año de estudios, ke mas era de hueveo. Era gracioso estar con el grupo de los amigos incluido Roberto, parecìamos adolescentes de kinto año, solo falataba ke nos pintàramos las camisas de colegio. Eramos conscientes ke extrañarìamos la rutina universitaria y aun cuando estábamos en diferentes salones siempre buscabamos el tiempo libre para hacer cosas juntos.
Mi relaciòn con Giovana era monòtona, trabajar de lunes a viernes y salir los fines de semana, era la tìpica relaciòn correcta ke satisfacìa a mi entorno, familiares y amigos, excepto a uno. Cuando caìa la noche y enrumbaba a la universidad se apoderaba de mi una extraña excitación, kizas signo ke debìa dar un cambio radical en mi vida, pero yo no hacìa caso a lo ke me dictaba el corazòn y los sentimientos, preferì hacerle caso a la razòn y vivir para los demas.
Mientras tanto en la Universidad se iban ultimando los detalles de la Graduacìón y la esperada Fiesta de Promoción, habìan reuniones de promoción, en las ke luego de discutir horas no se llegaba a ningun acuerdo, eramos una promociòn numerosa de mas de 300 egresados asi ke las reuniones eran como las ke se hacìan para construir la Torre de Babel. Unos kerìan hacer la graduación en el Campus Universitario, otros kerian la Asociaciòn Nacional de Rectores, otros el recien estrenado teatro de la Uni, algunos el Teatro Peruano Japones, hasta habian algunos ke kerian graduarse en algun bar de alrededores. Y despues de acaloradas discusiones y en vista ke no habìa lugar en Lima ke albergara tanta concurrencia, 300 egresados y sus respectivas familias a razòn de 6 invitados por cabeza nos obligaron a graduarnos en el Patio de la facultad de Química de la San Marcos. La Fiesta se realizarìa en el Club de La Escuela de Oficilaes de la FAP, una bonito club ke antes fue Hacienda en San Isidro. El primer sábado de Enero del 2000 se realizó la Ceremonia de Graduación y el siguiente sabado se celebró la Fiesta de Promoción.
La ceremonia se celebró como se planificó, los organizadores del evento armaron un toldo inmenso con graderias y estrado y ubicaron còmodamente a nuestras familias para ke se aburran estoicamente durante las casi cinco horas ke duró la ceremonia, ese día jure no asistir nunca mas a una, mi graduación fue la primera y la úlima a la ke asití, me guardaré para el dia ke, si Dios kiere, pueda aburrirme en la de mi hijo.
Tomando las fotos de rigor despues de la ceremonia y en medio de toda la confusiòn vi a Roberto en medio de la multitud de familias, lo noté desesperado, buscaba alguien, observe ke daba vueltas y cuando cruzamos mirada alcé mi mano, me vio, en su rostro se dibujó una sonrisa sincera ke nunca olvidaré, mi kerido amigo se acercó, saludo a mi familia y a Giovana , nos dimos un largo y fuerte abrazo, en ese preciso instante mi hermano retrató ese momento en una bonita fotografía ke hasta ahora guardo, los dos con el disfraz de graduados culminando cinco años de intensa y confusa amistad. En ese momento tuve ke hacer un esfuerzo para soltarlo, ese abrazo fraterno de amigos, mezclado con deseo sexual fue demasiado para mi, no podía esperar el sabado siguiente para volver a verlo; fui a saludar a su familia pero solo recuerdo ke la emoción del momento mezclado con el hecho de ser consciente ke estaba terminando una etapa de mi vida me hizo ver ke era el momento justo para no dejar nada pendiente , habían pasado cuatro años y sentía ke me estaba perdiendo de cosas ke nunca experimentaria mientras me comportase como un cobarde, si el no kería dar el primer paso, pues yo lo daría y la fiesta de graduación sería el marco perfecto para ke ese encuentro sea inolvidabel, y vaya ke lo fue!!!