domingo, 5 de octubre de 2008

La Resaca

Aun hoy, al recordar, esa sensación de verguenza me hace sonreír y agachar la cabeza. Despertar y no recordar del todo o parte de lo ke había pasado la noche anterior era a mis 21 años, algo nuevo para mi. Peor aun fue amanecer y ver a mi lado a Roberto, no entendía nada!.

Traté de recordar, ke había pasado, pero el licor, el cigarro, todo me daba vueltas creo ke aun me duraba la borrachera, recordé a Giovana,....carajo!!!, pensé, la abre dejado en su casa?, mi verguenza inicial se iba convirtiendo en terror.

Cuando fui a recogerla celebraban en casa el primer año de su sobrina, entrar enternado en medio de globos, serpentinas y bromas de payasos, fue la manera perfecta de empezar las celebraciones de la fiesta de graducación. La mamá, me hizo subir al cuarto de Giovanna donde sus primas y tías ultimaban detalles de su arreglo. Entré y estaba ella sentada de espaldas, cuando se levantó y volteó a saludarme, tragué saliba, en ese momento supuse lo ke debe sentir un novio al ver a su amada en el altar. Parecía una princesa sacada de un cuento, me conmoví al verla tan arreglada para mi, la habían arreglado en un salón, estaba tan bella y sencilla ke casi le pido matrimonio. Lucía un vestido largo y negro, pero era escotado dejando mostrar la piel tan suave de sus pekeños pero firmes senos, tenia el cabello recogido, pero suelto, lo ke le daba ese aspecto de realeza sacado de revistas. Cuando salimos de su casa, parecía ke enrumbabamos a nuestra luna de miel, los dos agarrados de la mano subieno al carro y despidiéndonos de todos los invitados a la matinee de su sobrina, en verdad fue divertido y emotivo, todo ello al son de "Rompan la Piñata".

Mi sensación de terror, luego se convirtió en confusión, Roberto había despertado me dió un beso y me abrazó, me dijo ke las cosas ke le había dicho la noche anterior le habían cambiado la manera de ver las cosas, ke era otro. Tuve la certeza ke entre nosotros ya no habían barreras ke pasar, lo habíamos hecho todo. Empece a recordar los besos, abrazos, nuevamente la verguenza desplazo a la confusión...no!!!. Me vinieron a la mente bromas, mordidas, discusión...caricias húmedas, abrazos cada vez mas fuertes, juramentos de amistad eterna, mas besos mas abrazos, posiciones nuevas para ambos, lágrimas, caricias bruscas, cada vez mas violentas, hasta ke finalmente ambos nos conocimos como jamas pensamos hacerlo, lo llevé a mi mundo y el me llevó al suyo, ambos con el corazón en la mano y una férrea erección nos entrelezamos y exploramos hasta la saciedad toda nuestra curiosidad.

En plena fiesta, acomodados en mesas, la fiesta resultó ser aburrida, yo solo tenía ojos para contemplar a Giovanna, y sacar pecho, sentía las miradas de mis amigos posarse sobre ella, advertí ke estaba demasiado arreglada para la ocasión, en relación a las demas acompañantes, pero me sentia feliz de tenerla a mi lado, sentados agarrados de la mano todo era felicidad para mi. Hasta ke debajo de la mesa siento un fuerte rodillazo, era Roberto ke venía de bailar, pegó tanto su pierna junto a al mia, ke pense ke todos se habían dado cuenta. Los tragos iban y venían, llegó un momento en ke bailábamos sin parar, hacíamos las clásicas rondas, y seguia bebiendo, fue cuando mi mente se empezó a tornar borrosa, creo recordar conversar en la barra con Roberto, pero no se de ke. Luego recuerdo una discusión con Marcela y él, los tres discutiendo agazapados por el lado de los baños no se sobre ke, Marcela llorando y Roberto y yo agarrandanos las manos, mas tragos y cigarros y baile mucho baile...

Estando ya vestidos, era como si todo volviera a un aparente normalidad, volvian las clásicas bromas de amigos, hablábamos de cualkier cosa a propósito, para ver si asi olvidábamos todo lo ocurrido la noche anterior. Cuando salimos del hotel, me di cuenta ke estabamos en el centro de Lima, recuerdo haber ido al chinito ke keda en Zepita a comer chicharrones, mientras tomábamos el café hubo un silencio, yo no podía kitarme de l cabeza todo lo de la noche anterior y por la cara ke puso al cruzar nuestras miradas creo ke el tampoco. Pero estábamos tan cansados ke nos despedimos acordando tener una conversación cuando estemos mas trankilos, aparte los recuerdos de Giovanna martillaban mi cabeza, tome el carro y dormí el camino a mi casa, ya tendría tiempo para dedicar a ese asunto ke hasta el día de hoy trae consecuencias.

En pleno baile le dije a Giovanna, por primera vez, ke la amaba. Recuerdo vagamente ke la besé apasionadamente y le dije ke lo ke estaba sintiendo por ella era algo nuevo para mi, y era cierto. Creo recordar ke le prometí hsta lo ke no podía cumplir, aun hoy los recuerdos de esa noche no se si son ciertos o productos ke mi imaginación recrea para no sentrime culpable. Lo ke si me keda claro, por todo lo ke años despues me dijo, es ke una vez mas jugué con los sentimientos de la persona ekivocada. Era la segunda chica ke era víctima mi de forma de vida, solo se ke esa noche hasta antes de salir de la fiesta keria algo serio con una maravillosa chica ke hasta hoy no perdona todo lo ke involuntariamente le hice ese día.

sábado, 9 de febrero de 2008

Graduacion

A la luz del tiempo transcurrido, el ultimo año en mi Alma Mater; la Gloriosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Decana de América, como tan huachafamente suelen llamarla; guarda en mí difusos recuerdos, marcados por los apasionantes tercer y cuarto año. Estuve de enamorado con Giovana, la secretaria de mi chamba, Marcela se convirtio solo en un buen recuerdo y sifruté viendo a Roberto perdido en los brazos de una y otra chica, sentía una perversa satisfacción al verlo así, intuía ke todo lo hacía por llamar mi atención, su orgullo de varón le impedía mostrar sus verdaderos sentimientos, y yo estaba completamente seguro ke el sentia lo mismo ke yo, tenía la misma curiosidad ke yo y podía apostar ke el tambien keria llegar mas lejos.
Recuerdo mis dias en la chamba junto a Giovana, donde todo transcurrìa con normalidad para un chico de mi edad, y las noches en la universidad disfrutando con los amigos el ultimo año de estudios, ke mas era de hueveo. Era gracioso estar con el grupo de los amigos incluido Roberto, parecìamos adolescentes de kinto año, solo falataba ke nos pintàramos las camisas de colegio. Eramos conscientes ke extrañarìamos la rutina universitaria y aun cuando estábamos en diferentes salones siempre buscabamos el tiempo libre para hacer cosas juntos.
Mi relaciòn con Giovana era monòtona, trabajar de lunes a viernes y salir los fines de semana, era la tìpica relaciòn correcta ke satisfacìa a mi entorno, familiares y amigos, excepto a uno. Cuando caìa la noche y enrumbaba a la universidad se apoderaba de mi una extraña excitación, kizas signo ke debìa dar un cambio radical en mi vida, pero yo no hacìa caso a lo ke me dictaba el corazòn y los sentimientos, preferì hacerle caso a la razòn y vivir para los demas.
Mientras tanto en la Universidad se iban ultimando los detalles de la Graduacìón y la esperada Fiesta de Promoción, habìan reuniones de promoción, en las ke luego de discutir horas no se llegaba a ningun acuerdo, eramos una promociòn numerosa de mas de 300 egresados asi ke las reuniones eran como las ke se hacìan para construir la Torre de Babel. Unos kerìan hacer la graduación en el Campus Universitario, otros kerian la Asociaciòn Nacional de Rectores, otros el recien estrenado teatro de la Uni, algunos el Teatro Peruano Japones, hasta habian algunos ke kerian graduarse en algun bar de alrededores. Y despues de acaloradas discusiones y en vista ke no habìa lugar en Lima ke albergara tanta concurrencia, 300 egresados y sus respectivas familias a razòn de 6 invitados por cabeza nos obligaron a graduarnos en el Patio de la facultad de Química de la San Marcos. La Fiesta se realizarìa en el Club de La Escuela de Oficilaes de la FAP, una bonito club ke antes fue Hacienda en San Isidro. El primer sábado de Enero del 2000 se realizó la Ceremonia de Graduación y el siguiente sabado se celebró la Fiesta de Promoción.
La ceremonia se celebró como se planificó, los organizadores del evento armaron un toldo inmenso con graderias y estrado y ubicaron còmodamente a nuestras familias para ke se aburran estoicamente durante las casi cinco horas ke duró la ceremonia, ese día jure no asistir nunca mas a una, mi graduación fue la primera y la úlima a la ke asití, me guardaré para el dia ke, si Dios kiere, pueda aburrirme en la de mi hijo.
Tomando las fotos de rigor despues de la ceremonia y en medio de toda la confusiòn vi a Roberto en medio de la multitud de familias, lo noté desesperado, buscaba alguien, observe ke daba vueltas y cuando cruzamos mirada alcé mi mano, me vio, en su rostro se dibujó una sonrisa sincera ke nunca olvidaré, mi kerido amigo se acercó, saludo a mi familia y a Giovana , nos dimos un largo y fuerte abrazo, en ese preciso instante mi hermano retrató ese momento en una bonita fotografía ke hasta ahora guardo, los dos con el disfraz de graduados culminando cinco años de intensa y confusa amistad. En ese momento tuve ke hacer un esfuerzo para soltarlo, ese abrazo fraterno de amigos, mezclado con deseo sexual fue demasiado para mi, no podía esperar el sabado siguiente para volver a verlo; fui a saludar a su familia pero solo recuerdo ke la emoción del momento mezclado con el hecho de ser consciente ke estaba terminando una etapa de mi vida me hizo ver ke era el momento justo para no dejar nada pendiente , habían pasado cuatro años y sentía ke me estaba perdiendo de cosas ke nunca experimentaria mientras me comportase como un cobarde, si el no kería dar el primer paso, pues yo lo daría y la fiesta de graduación sería el marco perfecto para ke ese encuentro sea inolvidabel, y vaya ke lo fue!!!